jueves, 18 de octubre de 2012

Cuenta nueva.



Dieciocho días. He necesitado dieciocho días para hacerme a la idea de que a partir de este punto, me toca seguir caminando sola. ¿Sola? Nunca se está del todo solo, porque en el fondo, siempre sabes que tienes una ayuda al otro lado de la calle, un apoyo fijo que siempre ha estado ahí, aunque nos cueste verlo. Alguien que hace recordar quien eres, y porque empezó toda la historia. Que tú nunca fuiste una más, por mucho que te empeñes en pretender que así sea, porque tú siempre has sido la estrella. Y en fondo lo sabes, aunque aún nadie sepa de que eres la estrella. La verdad, tampoco importa.

Dieciocho días. Han pasado dieciocho días para pensar en todo esto, si realmente merece la pena cambiar mis normas. Son simples, fáciles, aprueba de bomba. Está prohibido llorar, y es totalmente necesario empezar a mirar por encima del hombro a todos los que se rieron de ti cuando tocaste fondo. A todos, a todos y cada uno, demostrarles que mami está en casa, y lo que es de mami, siempre será de ella. Por mucho que queráis quitarme el orgullo, este siempre va a estar ahí. En el fondo de todo, en lo más hondo, debajo de todo lo que dejé de respirar, de todas la lágrimas que me tragué por miedo a no poder ser nadie más. Porqué eso siempre va a quedar ahí, y va a salir a flote cuando más lo necesite. Es mi tónica de los sábado noches, mis tiritas para los rasguños donde ni el bisturí llega. El imprescindible dentro de los prescindibles, quien define quien soy, y cuanto estoy dispuesta a dejar rodar para la próxima vez.

Dieciocho días. En dieciocho días me he dado cuenta de todo lo que perdí por dejarme guiar por promesas que rompimos en un par de días, en un par de vasos con hielo, en un par de mañanas frías con guantes de cristal fino. La verdad, de todo eso por lo que me arrepentí, en realidad estoy orgullosa de todo. Noche, noche, noche. Fue un gran verano, donde tuve de todo como quise y cuando quise. 

Dieciocho días. Después de más de nueve meses, estos dieciocho días me han echo darme cuenta, de que en el fondo, me estaba perdiendo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario