jueves, 1 de julio de 2010

Baja de tus tacones y sal a bailar

¿Conocéis esa sensación de fin de semana, esa sonrisa increíble que se pierde en la cara del más imposible, esas ganas de libertad, de querer comerse el mundo de un zapateo? Pues he descubierto que eso no sucede solo los fines de semana. Que puedes despertarte y oír de fondo el sonido más perfecto, más natural, más increíble que imagines y pensar que hoy no es un día más; que hoy el azar, el horóscopo o mismamente Dios ha querido hacerte un regalo, un don, un porque, un motivo, una situación...
Que por un día algo a querido librarte de las frivolidades del mundo, del que dirán, de las apariencias, del mal vivir... que algo te a pedido que bajes de los tacones de la sociedad y que te limites a bailar, durante unas horas, al son de la simplicidad. O del zumo de naranja.