¿Porqué, porqué no soy más que una simple sombra? Ni siquiera se sí cuando fui algo más, realmente era algo más. Me siento inútil, pequeña, vulnerable; porque tú lo controlas, haces lo que quieres. Me ignora, me destruye, me hace caso. Me deja otra vez como estaba. ¿Lo mejor? Que me lo merezco; en serio, por eso sonrío. Y le ignoré primero, después le hice caso. Pero aprendió rápido, vaya si aprendió. Luego hay gente que habla de lo cruel que puede llegar a ser el karma. Já. Ahora me lo hace pagar, y hace bien. Por eso solo puedo sonreír, decir que sí, y esperar a que las cosas vuelvan a su sitio para volverlo a intentar por... tercer, cuarta vez? Pero nunca es suficiente, ¿no?
Admítelo, somos demasiado orgullosos para dar el primer paso, por pequeño que sea. Yo no lo doy, por miedo a que ya me hayas olvidado. Tu no lo das, a lo mejor porque realmente ya me has olvidado. Pero, en el fondo, creo que no, los ojos no mienten. O a lo mejor lo creo porque es mejor engañarse que descubrir la realidad: que vuelvo a ser invisible, después de cuatro años de invisibilidad intermitente. Pero no quiero volver a sentirme dentro de ese agujero, invisible para todos, sin manera de escapar, sin manera de llegar hasta tí.
No quiero. Porque sabes que aunque no se vean, son cosas nuestras