viernes, 30 de septiembre de 2011

Y cuando te das cuenta,


Golpe contra el suelo número... ¿ocho tumbado? Posiblemente. Sinceramente, es una de las cosas que menos me gustan de mi. Sí, es así de sencillo. Me ilusiono tan rápido, por tan poca cosa, que el batacazo contra la realidad es imposible de evitar.
Y entonces, es cuando los papeles vuelven a su lugar. Tu vuelves a ser la chica gris, sin sentido, la que casi nunca se pone colorada, pero que se esta mordiendo la lengua todos los días; él, sigue siendo lo que fue, el de la distancia, el que sonríe, pero evita saludar. ¿Que queda? La promesa de la mezcla perfecta de agua, leche, y cafeína que enfría a la espera. Suspiros de pesadez y mordeduras de labios; miradas al suelo, cabezas que vuelan. Estallidos a lo lejos de algo que era previsible, pero que todo el mundo se atrevió a negar. Recogedores para días rotos en silencio.
Pero, por lo menos, sabes que has sido sincera contigo misma. Y que vas a seguir riéndote del mundo como él se ha reído de ti, hasta que acabes con él.

*la ilusión se ha quedado guardada bajo llave.

lunes, 19 de septiembre de 2011

La cuenta atrás,


Queda menos para una semana. Menos de una semana para saber si realmente no me he equivocado con todo esto. No quiero meter la pata otra vez, ya lo he echo demasiadas veces. Por un lado, se que no lo voy a hacer. Confió en mí, ¿porqué no voy a hacerlo? Por otro... me conozco lo suficiente para saber, que en el fondo, soy un desastre. El desastre más grande que te puedas echar en cara, pero mi propio desastre, al fin y al cabo.
¿Y porqué yo no puedo? Que narices, claro que si.

*esta a punto de sonar, agárrate fuerte.

jueves, 15 de septiembre de 2011

martes, 13 de septiembre de 2011

Más bonito


Hace poco, viendo una película, salió una frase preciosa. No me acuerdo exactamente como era, pero decía algo como ''el amor más bonito es cuando ninguno de los dos aún no ha tenido el valor suficiente de decirle al otro que le ama''. Y si te paras a pensarla, puede que sea verdad. Porque es precioso, genial, perfecto.
Eso pequeños detalles que te hacen sonreír si querer, sin poder evitarlo. Decir lo que quieras, sin miedo a quedar como una idiota más. Y después que te digan que quiere saber más, conocerte más, mucho más. Y así, seguir así, sonriendo cuando habláis, sin decir con palabras nada, con los ojos tanto.
Y sonrisas que van desde tu casa, hasta lejos, muy lejos, a otro país, a otra ciudad, a otra habitación. Pero la misma sonrisa, siempre la misma. Dos sonrisas iguales, en dos sitios tan distintos.

*que merece la pena no contarlo.

domingo, 11 de septiembre de 2011

Resumirtodoentanpoco,


Y dejar de decir imposible.
Realmente, es bonito. Muy bonito, más que eso. Es precioso, es la sensación que cualquiera chica merece vivir aunque solo sea una vez en la vida. Mejor que no saber en que día vives, que los bombones rellenos de chocolate fundido. Que las semanas sin clase, los regalos, las fiestas sorpresa. Mejor que unos tacones nuevos, salir sin hora, un guiño de ojos. Que ver una estrella fugaz, fin de curso, la película más bonita del mundo. Mucho mejor.
Que sepas que no eres solo tú la que quieres, la que buscas algo. Que después de tanto tiempo, resulte que no te pasa a ti sola, que a él también. Tener miedo a dar mal el primer paso, a no encontrar el momento adecuado, pero que ya no eres uno, que sois dos. Y tenerlo todo ahí guardado, a punto de dejarlo salir, de que explote, que se lo lleve todo por delante. Y gritar, gritárselo al mundo, alto, tan alto que se enteren, de que por primera vez, las cosas empiezan a ir realmente bien.

*ysonreiralverquenoencuentraspalabras.

domingo, 4 de septiembre de 2011

El momento del cambio


Dicen que las cosas, cuando cambian, generalmente son para mejor. Generalmente. Ahora me toca a mi dar el cambio; aún no, pero dentro de dos semanas comienza. Y no quiero. Me gustaría quedarme un año más; uno no, dos, tres, cuatro, siempre. Sentarme al rededor de gente que conozco desde que tengo uso de razón, con mis profesores de toda la vida. Ir al recreo al mismo sitio de siempre, con mis amigas de siempre, y hablar de lo de siempre. O estudiar a la carrera en el último minuto. O escaparme de clase. Y esconderme en el baño. Y quedarme allí, en silencio. Sí, pero sabiendo que eso no se acabará. Que tendré mis pasillos de baldosas blancas y negras, la parte de arriba del salón de actos desierta, el radiador apagado en invierno.
Sería bonito. Muy bonito. Perfecto, ideal, imposible.

*ha llegado.

viernes, 2 de septiembre de 2011

No todo tiene porque salir mal.


A ti ya te lo dije ayer, estuve contigo en el peor momento en el que te he visto. Sí, me has demostrado día tras día ser la fuerte, la que no le importa lo que diga el resto. Y ayer me confesaste que habías llorado por la calle. ¿Ante eso, yo que puedo hacer? Pues como has echo tu, estar a tu lado pase lo que pase, aguantando mares y mareas. Porque yo era la débil, la que se preocupaba de lo que pasaba a mi alrededor; la que llora al principio de las películas más que al final, cuando muere la madre del protagonista y no cuando su amor platónico se muere en sus brazos. Y tu siempre has estado allí con tu caja de pañuelos de papel, para secar las lágrimas de pequeñeces, sin preguntar mucho, porque sabias que lo soltaría todo, y que acabaríamos riendonos devorando chocolate. Y al día siguiente lo solucionaría yo sola.
Sí, tu has sido mi punto de apoyo. Y ahora me pides a mi que sea lo mismo para ti. Y lo voy a demostrar. Si, joder, ahora no tengo miedo de nadie.

*porque somos las estrellas de la función.

jueves, 1 de septiembre de 2011

El comienzo del fin


Como siempre, perfecto y preciso. Dispuesto a acabar con los días de sol, las tardes de playa, las toallas en las piscinas, las noches en vela, las mañanas con doble de café para poder abrir los ojos. Las sonrisas tímidas, los gritos a voces, la canción del verano. Todo eso que te saca una sonrisa con solo imaginarlos, se acabó. Ha llegado, dispuesto a vaciar su maleta sobre tu verano, quizás el más perfecto que has vivido, a quedarse hasta que le echen.
Ha comenzado. Ya no está el sol solo, le acompañan las nubes; para salir a la calle, ponte una chaqueta; olvídate de los helados, los batidos y los granizados. Bienvenido frio, aun no me ha dado tiempo a echarte de menos, y ya has llegado.

*ya ha llegado.