Eres un monstruo. Un día te levantas, y te das cuenta de que tu eres tu propio enemigo. Que te auntoconsumes, te saboteas, te pones frenos, haces que falles en todo lo que te propones, devoras tu propia fuerza de voluntad, haces que tropieces con tus propios pies de barro. Sin razón aparente. Simplemente, te escudas en la pereza, en que estás mejor en el estado en el que estás. Que no te importan lo que piensen, ni lo que digan; pero no te das cuenta de que, en el fondo, lo que no te importa es lo que piensas de ti mismo. Te has abandonado, porque nadie espera por ti. Dices que estás esperando el cambio; que, de repente, algo salte en tu cabeza, algo que haga que se encienda de nuevo el interruptor, y que todo vuelva a girar como si el mecanismo nunca se hubiera parado. Pero, mientras esperas a que eso suceda, no te das cuenta de que lo único que haces es apagar el interruptor, una y otra vez, sin motivo, solo porque así puedes estar más tiempo donde estás.
No es que tengas miedo a cambiar; en realidad, lo estás deseando. Es todo lo que quieres, tu meta en la vida, tu razón de seguir respirando. El problemas es que no te esfuerzas lo suficiente. Estás cansada, y no hay horas de sueño que lleguen para cambiar eso. No sabes que necesitas, que quieres, que te hace falta para volver a la carga. Ni hay nadie que lo sepa, que te pueda ayudar. Simplemente, estás cansado, y no tienes fuerzas. Sin ningún motivo. Has perdido la esperanza, puede que porque nadie confié en ti, en tus posibilidades; porque nadie apuesta por ti. No sé. Pero estar estancada en ese punto muerto, en ese foco sin salida, no es una solución, ni un punto de descanso factible. Solo sirve para que te sigas consumiendo en tus propias cenizas, ya usadas, reusadas, y recicladas a más no poder.
Se están acabando las excusas, las salidas, los remedios, las autopromesas. Sabes que, o cambias la situación, o la situación te cambia a ti. Tampoco sabes que es mejor, ni que te conviene. Solo quieres que esto acabe, volver a donde estabas al principio, a esa fuerza, ese coraje, esa arrogancia
Tienes que cambiar, lo sabes. Tienes once días para ponerte las pilas, para volver a la carga. Para ser todo lo que siempre quisiste ser. Coge aire, vuelve a ganar.

Nuestro peor enemigo somos nosotros mismos...
ResponderEliminar"o cambias la situación, o la situación te cambia a ti" ¡QUÉ GRAN VERDAD!
Me gustó mucho la entrada!!
Un beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es