domingo, 15 de enero de 2012

Esta decidido,



Quiero ser feliz, jodidamente feliz. Quiero levantarme de la cama con el pelo enredado y una sonrisa ya puesta, y mirarme al espejo para guiñarle un ojo. Desayunar rápido, riendo, con prisas, y vestirse aun más rápido. Y más, más, cada vez más, rápido. Y que cuando crean que estoy en un sitio, ya me haya ido. Que continúe el quién y el cómo a mi costa, sin saber si lo que ha pasado realmente ha sido así. Eso sí, siempre con respeto, cabeza y buen animo, que si no, en vez de ser feliz, tan feliz como nunca has creído imaginar, acabas siendo una mierda. Así de simple, así de fácil.

Quiero perderme jugando con los dedos en el silbido que resuena cuando crees que no hay vuelta atrás, para que te des la vuelta y te preguntes si es cierto. Si todo lo prometido es deuda, o ya está todo saldado. O si, simplemente, todo ha caído en saco roto, como de costumbre. Quiero llegar tarde, pero justo a tiempo. Quiero ser un desastre, un tornado, y que cuando ya me haya marchado, solo queden los destrozos y los recuerdos de un tiempo, ¿quién sabe? Quizá mejor. Quiero correr, coger carrerilla y después saltar, saltar, y seguir saltando, tan alto que no me digan nunca más que es lo que está mal.

Quiero, quiero, quiero. No tengo.

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