¿Nunca te ha pasado? No atreverte ha hacer algo por miedo a que pueda salir mal, aunque ya hallas pensado en todo lo que podría pasar. Que en el último momento te eches atrás porque en el fondo, aunque no quieras, sabes que a lo mejor no va a ser todo tan fácil. Y dejas pasar esa noche, como si fuera una más, mientras que hay quien espera que des el paso. Pero no lo haces.
Y pasan los días, y te das cuenta de que has cometido el peor error del mundo: dudar de que, realmente, lo que parecía imposible, había podido ser real. Saber que realmente, no hubiera salido mal; es más, que si te hubieras atrevido a hacerlo, las cosas hubieran cambiado para los dos.
¿Y que queda ahora? Una promesa, lo único. La promesa que hicimos antes de marcharnos. Solo queda esperar que aún te acuerdes, que sepas que tienes que hacer.
(...) y saber que podría haber pasado.
Muy bonito el blog, te sigo, un beso.
ResponderEliminarGracias:)
ResponderEliminar